Cultura Popular

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       La Cultura tiene amigos a montón y necesidades también, dice el maestro Ramón Montilla, un cultor popular nacido en Chejende, municipio Candelaria: “Nuestra agrupación ha representado al estado Trujillo en los más apartados pueblos de Venezuela, carecemos de vestuarios, de buenos instrumentos musicales, muchas veces viajamos en camiones, carecemos de ayuda institucional.

       Ha sido un milagro de San Benito haber sobrevivido en 40 años sin un bolívar en el bolsillo. Antes, la Dirección de Cultura nos daba pequeños subsidios, del que ahora, no contamos.

      A los alcaldes le va a “salir el diablo, la propia pelona”, nunca artística nacida en el seno del pueblo, de los políticos ni agua,  para ellos la cultura nos da votos, los politiqueros no ven más allá de la nariz, de allí que es difícil que comprendan las trascendencias de bienes espirituales que encierra la cultura.

       Para el folklorico Ramón Montilla, el estado Trujillo es verdaderamente rico en cultura popular; “por campos y pueblos se consigue uno con cantores de rosario, declamadores, poetas escultores, trovadores, artesanos, músicos natos, este tesoro cultural si no le metemos la mano a tiempo puede desaparecer, Dios no lo quiere. Los que se hacen llamarse dirigentes culturales solo se ocupan de sus intereses personales, siempre pensando en aquello “Cuanto hay pa’ eso, de restos están divorciados de quienes hacen vida cultural. Aquí en Monay no los hemos visto”.

Gráfica de tachira.gob.ve

No da rabia sino calentera

       Conocer el estado de abandono y olvido en que las instituciones culturales nacionales y regionales mantienen a Patrimonios de la Cultura Popular como la “Media Botella de San Benito”, que en la actualidad desarrolla actividades de investigación y difusión folklorico en caseríos como: La Garita Monay, Sabana Grande, Montaña Verde, Burere, El Aceituno, El Escobar, Flor de Patria,400 niños y adolescentes ejecutando con fervor que apasiona danzas y bailes: La Botella Robada, El Palotero, El Golpe, La Cruz de San Benito, El Baile de las Banderas, La Batalla del Puñal, El Torito, La Danzas del Sapo.

       El dolor nos embarga cuando despidiendo al maestro Montilla de las cercanías de la abandonada plaza Bolívar de Monay, nos dijo: “Estamos pagando la pobreza .Después de 40 años no tenemos ni un pequeño local propio, donde enseñar. El pago de alquiler nos pone a dar carreras. Nos sentimos solos, marginales, abandonos. La esperanza es lo único que nos salva. Tengo fe que las cosas van a cambiar”.

Que Dios, San Benito y el nuevo Instituto de la Cultura oigan al maestro de maestro.

Fuente: DiarioElTiempo/2009/AlfredoMatheus