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sábado, 30 de junio de 2018

La Valera de antier era más tranquila

Calle 10 entre avenidas 6 y 7. Antes de ser construida la Av. Bolívar.
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com

      El azúcar no se conocía, todo se endulzaba con panela. Los primeros bloques de cemento los construyeron los italianos, aquí lo que abundaban eran las casas de bahareque.

       El doctor en farmacia, Guillermo Viloria nació en Valera (Av. 12 con calle 4) hace 80 años. Lo trajo al mundo las manos maravillosas de una humilde partera el Cerro La Concepción a la cual había que pedirle la bendición por el resto de su vida como señal de agradecimiento por el excelente trabajo realizado. En esos tiempos no había hospital y las mujeres tenían que partir en la misma casa.

       “Mi mama Betilde Quintero, cuenta el Dr. Viloria, hacia la dieta de los 40 días que consistía en comer hervido de gallina criolla. Esa dieta me puso como un toro, por eso mis 80 años estoy más duro que sancocho de gallo. Jamás conocí el hambre, mi papá era bodeguero y lo que sobraba era comida. No vivíamos cómodos pero teníamos mucha tranquilidad. Las familias podían dormir toda la noche con las puertas abiertas y no pasaba nada.

      En su hermoso relato el farmaceuta Viloria destaca: “A los 6 años dormía en una estera de plátanos, techo de palma y paredes de bahareque, ahora, vivo en las Acacias en un caserón que me costó sudor y trabajo. Aprendí a trabajar desde muy niño”.

       Un día le dije a mi mama que iba a estudiar en la escuela militar, mi madre me replico: “A mí nunca me han gustado los militares, usted se me va a estudiar a Mérida, yo no quiero militares en mi casa. Inicié estudios de medicina en la Universidad Central Caracas. Cuando hice contacto con la morgue, el formol y los primeros cadáveres! Adiós luz que te apagaste! Me enfermé. 

       Por lo que, agarre una moneda de un bolívar y me dije hacia mis adentros, si cae cara estudio Farmacia, si cae sello estudio Odontología, finalmente cayo cara. En la ciudad de los caballeros (Mérida) 52 años atrás me gradué de doctor en Farmacia. Cuando volví a Valera solo habían 7 farmacias, yo fundé la número 8, años después llegue a tener tres”.

Hospital Nuestra Señora de la Paz
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com

Los paperos me hicieron famoso
       “Mi gran misión en la vida es servirle a la gente. A la farmacia llegaban los famosos “paperos” de las frías tierras de Tuñame, JaJo y Mesa de Esnujaque, acudían desesperados buscando ayuda para los lumbagos, casi se doblaban, todo se originaba por la fuerza que hacían al levantar los sacos de papa, llegaba el momento en que no podían ponerse derechitos como antes. Llegó el momento en el que acudían docenas y docenas de agricultores en busca de mis servicios”.

       “Cuando descubrí que ayudar a los demás me hacia el hombre más feliz del mundo, comencé a brindar servicio a todo aquel paisano que se acercaba a mí en busca de auxilio. No tendré grandes riquezas pero vivo en paz y tranquilidad, allí está la mayor satisfacción".

Fuente: DiarioElTiempo/2011/AlfredoMatheus

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