Gráfica de Hacerfamilia.com
El primer día de clases al muchacho casi se le sale el corazón: entra a un mundo que no conocía, allí comenzara a interactuar con otros niños y especialmente con el maestro, este puede ser buena gente o todo lo contrario…
QUEREMOS UN MAESTRO
Amantes de la paz. Que lleve la armonía al aula de clases. Que respete las ideas ajenas. Que sea tolerante. Que goce alma adentro cuando haya debate dentro del salón.
QUEREMOS UN MAESTRO
Sensibilizado por la historia loca. Que hable de las vivencias de nuestros abuelos. ¿Qué tradiciones y costumbres nos acompañan?
QUEREMOS UN MAESTRO
Que le extienda su mano amiga al muchacho que no le “entra” el estudio. No olvidemos que detrás de cada niño con problemas, hay un hogar con múltiples necesidades, violencia familiar, indiferencia, carencias de afecto, insensibilidad.
QUEREMOS UN MAESTRO
Que no humille, ni atropelle con vos autoritaria. Que imponga lo que él cree es su verdad, para que entre todos construyan esa verdad.
QUEREMOS UN MAESTRO
Que enseñe al niño, al adolescente que el ideal más digno no es obtener un título, sino el de servirle a la humanidad, ser útil a la gente, ayudar a los demás.
QUEREMOS UN MAESTRO
Que comparta con sus alumnos las vivencias del diario vivir. ¿Qué pasa con la inseguridad de nuestros barrios? ¿Por qué a la cárcel sólo van los “roba gallinas” y nunca vemos un corrupto preso? ¿Por qué los políticos solo visitan el barrio en épocas electorales y jamás regresan ni por el café con leche?
QUEREMOS UN MAESTRO
Que siembre en el niño y adolescente valores de cooperación, no de competencia. De solidaridad. De sentir en lo más profundo cualquier injusticia que se cometa contra otro ser humano.
QUEREMOS UN MAESTRO
Que luche por sus mejoras salariales bien se lo merece, ¡pero, carajo! También trabaje por los derechos de niños y adolescentes.
QUEREMOS UN MAESTRO
Que no se enferme tanto en la mañana, lo que implica, no asistir a dar clases en la escuela del barrio, pero en la tarde, esta como un clavel; sano, sanito, en el liceo gozando de lo lindo con sus amigos
QUEREMOS UN MAESTRO
Que se convierta en amigo del muchacho rebelde, de aquellos llamados despectivamente “problemáticos”, en el alma de ese ser puede haber un adolescente pidiendo a gritos ¡Ayúdame por favor!
QUEREMOS UN MAESTRO
De gran fortaleza espiritual, porque eso trasmitirá a los niños: tolerancia, comprensión, amor, humanismo, alegría, paz, generosidad y servicio.
QUEREMOS UN MAESTRO
Amante del debate colectivo, que fomente el intercambio de ideas. Que profundice con sus muchachos. ¿Qué está pasando en el país? ¿Cuál es la ciudad que soñamos? ¿Qué queremos? ¿Qué nos gusta y que no de nuestra ciudad?.
QUEREMOS UN MAESTRO
Amante de la cultura. Que organice con sus muchachos fiestas escolares para el reencuentro de todos: niños, adolescentes, padres, representantes, comunidad, trabajadores de la institución.
QUEREMOS UN MAESTRO
Abierto a la comunidad que escuche a la gente con el mayor respeto. Que construya espacios para la participación comunicativo que las aulas reciban a los vecinos para sus reuniones, talleres, actividades de formación y capacitación.
El conocido pedagogo Antonio Pérez Esclarín, reflexionando sobre el sagrado rol que juegan los educadores en la formación de nuestros hijos, dice:
Si tu corazón late más a aprisa
Viendo a tus alumnos
Si cada persona es para ti
Un ser que se debe cultivar,
Si quieres más tu trabajo cada año que pasa
Si las dificultades inevitables
Te encuentran sonriente,
Si los padres y los niños
Dicen que eres amable,
Si combates el mal pero no al pecador,
Si sabiendo tantas cosas no te crees sabio,
Si en lugar de interrogar,
Sabes sobre todo responder,
Si sabes ser niño permaneciendo maestro,
Si tu vida, tu vida es ejemplo vivo,
Si tus alumnos quieren parecerse a ti,
Entonces... Tú, eres Maestro.
Fuente: DiarioElTiempo/2007/AlfredoMatheus
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