Humor después de la muerte

Gráficas de naukas.com

       El 02 de noviembre, la iglesia católica celebra el día de los fieles difuntos. En nuestro país existe la costumbre de visitar los cementerios para rezar por las almas que se han marchado al más allá. En el campo santo se comparten rosarios, se limpian y se pintan las tumbas, se llevan flores de todo tipo. Es un día para recordar a quienes partieron del mundo de los vivos. 

       Quien esto escribe jamás olvida aquella frase: “no tomes la vida tan enserio, porque sencillamente no vas a salir vivo de ella”. Hoy queremos compartir con los lectores “humor después de la muerte”: para que tanta tristeza si no vamos a salir vivos de esto, así que a reír a carcajada suelta. 

       En aquella vieja comarca la única emisora que existía era Radio Valera, un martes por la mañana un trabajador es mordido por una culebra por los lados del cementerio municipal, de inmediato el locutor se traslada al lugar de los hechos, cuando llega, está el pobre hombre tirado en el medio de la calle, el reportero le pregunta: amigo, ¿se encuentra bien? – no, no muy bien, el doctor me dijo que solo me quedan cinco minutos de vida. Y el reportero dice: pero antes de continuar con esta entrevista, ¡Vamos a comerciales! Y, ya regresamos para seguir informando.

Murió la suegra
En la mesa Esnujaque, un labriego le pregunta a Don Cipriano.
- Compadre, ¿quién se murió en tu casa que hay tanta gente?
- Murió mi suegra Rosalia, todo fue muy doloroso.
- ¿Y cómo murió?
- La mató mi burro “Florentino” de una soberana patada.
- Caracho, ¿y todo ese gentío que hay en el velorio conocería a tu suegra?

- No, compadre, esas personas al saber la noticia, han llegado de los pueblos más lejanos para comprarme el burro “Florentino”. 

Hasta que la muerte nos separe 

       Luego de 50 años de matrimonio, Anastasio se muere y va al cielo. Un año después fallece su esposa, la maestra Rosario encuentra a su marido Anastasio, corre emocionada hasta donde él y le dice:

- Mi amor, mi cielo, que bueno encontrarte, esto es divino. 

Don Anastasio le responde: 

- Quédese tranquila, no olvide lo que dijo el cura el día de nuestra boda ¡Unidos hasta que la muerte los separe!, así que váyase por donde vino. 

Murió en una pelea callejera 

En la funeraria el “descanso del guerrero” el popular “Claudio” de la calle 16 le pregunta al borrachito “Cleto”.

- Amigo, ¿Y cómo murió el finado?
- Pues, el hombre parece que murió en una pelea callejera.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Porque en la entrada de la funeraria dice ¡sepelio!

Gráfica de eldefinido.cl

El muerto lo que pide es misa
El “Guajiro” en su lecho de muerte, llama a su mujer con vos sumamente débil y le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero decirte algo, quiero morir e paz, por eso voy a confesar lo siguiente:
- Está bien habla.
- Quiero confesarte que he tenido relaciones íntimas con tu hermana, con tu mejor amiga, y con tu tía Lucencia la que vive en Escuque.
- Ya lo sabía, pedazo de muérgano, por eso te envenené.

Epitafios con humor 

Son mensajes que las personas antes de fallecer exigen sea escritas en la tumba: 

-  “Aquí yace un famoso cardenal, que hizo más mal que bien, el bien que hizo lo hizo mal; el mal que hizo lo hizo bien”.  (Cardenal Richelieu).

-   “Solo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo”. (Miguel Unamuno).

-   “Que todos aplaudan, la comedia ha terminado”. (Beethoven. Músico).

-  “Yo no le tengo miedo a la muerte… la único que no quiero es estar allí cuando llegue”. (La maestra Rosarito).

-   ¡A qué vuelvo voy!... (Un dictador).

-   ¡Oh, qué pena,  morir ahora que empezaba a divertirme! (Un aburrido).

-   ¡Qué cosa tan buena, aquí descansa mi suegra y en casa descansamos todos!

-   ¡Aquí está boca arriba uno que cayó de bruces muchas veces en la vida!

-   Y no olviden mis queridos trujillanos: “la muerte está tan segura de su triunfo que nos da toda una vida de ventaja”. 

Fuente: DiarioElTiempo/2011/AlfredoMatheus