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domingo, 12 de agosto de 2018

Conociendo lo Nuestro

Gráfica de albaciudad.org

     La cultura popular tradicional es de una inmensa riqueza creadora, en ella, están presentes costumbres, valores humanos, historias, vivencias y grandes experiencias. En este espacio de comunicación popular, hoy compartiremos parte de esa gran riqueza humana que acompaña al venezolano.

     Los indígenas endulzaban sus alimentos con miel. Cocinaban sobre parrillas de madera también conocidas como planchas de barro. Enterraban los alimentos envueltos en hojas, encendiendo encima  hogueras que daban el nombre de “Barbacoa”. Nuestros aborígenes fueron los primeros en utilizar el conocido “fogón” que consistía en tres piedras de igual tamaño donde cocinaban sus alimentos. Elaboraban hachas y cuchillos hechos de piedra. Utensilios como el budare y la totuma eran construidos para hacer arepas, hallacas y hervidos. Sin duda, una gran cultura gastronómica.

       La chicha fermentada era elaborada primero por el desgranado de la mazorca a través del mascado efectuado por mujeres de fuerte dentadura. Con los españoles llego a esta tierra de gracia: La lechuga, el repollo, la cebolla, el ajo, la zanahoria y el trigo. En el siglo XVII Trujillo fue el primer productor de trigo en Venezuela. También le debemos a los españoles: La caña de azúcar, el arroz, el cacao, el vino, el jamón, la pasta, los embutidos y la cerveza.

Gráfica de undp.org

       Hace 200 años nos llegó de España las famosas pulperías, las posadas y las panaderías. En 1861 era común comer, en Venezuela, hallacas y arepas que hoy son llamadas “Mata Perro”. Luego hizo su aparición el perro caliente, la hamburguesa y los enlatados que han facilitado el trabajo en la cocina a pasos agigantados.

       Los supermercados sustituyeron a las bodegas y pulperías, estas últimas eran lugar de reunión de la comunidad; allí compartían chismes y vivencias del diario vivir. Se marcharon los viejos fogones para dar paso a las primeras cocinas de kerosen o gas. La licuadora sustituyo a aquella vieja costumbre de moler manualmente con máquinas.

       El whisky también sustituyo al guarapo fuerte de panela, al brandy y el ron. Y como no hay mal que por bien no venga, diremos que lo único que podemos agradecer es que la crisis económica ha obligado a los venezolanos a regresar a la cachapa criolla, las arepas reinas pepeadas, el hervido de gallina negra, el mondongo, el mojito trujillano y otros sencillos y humildes manjares que se preparaban en los viejos tiempos.

Fuente: DiarioElTiempo/2003/AlfredoMatheus

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