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Desde que estaba niño, vengo escuchando que a Jose Gregorio Hernández lo van a beatificar, que el papeleo ya está listo, que los milagros de “Mano Goyo” ; bastan y sobran, que el Vaticano más rápido que de inmediato lo va a nombrar santo, en fin, todo ha sido una eterna madera de gallo a costillas del médico de los pobres, calificado por los venezolanos como el más grande personaje del silo 20. Es el compatriota más popular de todos los tiempos. Su extraordinaria capacidad de servirle al prójimo no la iguala nadie. Después de su muerte en 1919, se le atribuye numerosos milagros de curación de enfermedades, especialmente a la gente pobre.
HA MUERTO UN SANTO
Su herencia de servidor viene de sus padres. Su progenitor, Benigno Contreras, era propietario de Isnotu de una tienda donde vendía comestible, perfumes, combinadas su rol e comerciante con el boticario, vendedor de medicamentos naturales, todo tipo de hierbas medicinales. Diagnosticaba a los enfermos y recetaba con mucho éxito, o sea, tenía “ojo de boticario”.
Jose Gregorio Hernández, asistía a los enfermos a cualquier hora en que solicitaban sus servicios; en el día, noche o madrugada.
El automóvil que lo atropello iba a 30 kilómetros por hora, demasiada velocidad para la época. Se comenta que fue el primer venezolano arrollado por un carro en la gran Caracas. Al conocerse la noticia un grito ensordecedor estremeció la ciudad. “A muerto un santo”.
NO VA PARA EL BAILE
Pareciera decir los altos Jerarcas de la iglesia cuando se habla de Jose Gregorio, y la razón es sencilla: Los mas grandes cacaos” del catolicismo se hacen los pendejos porque el medico de los pobres no fue cura, ni obispos, menos cardenal, supuestamente eso es lo que mas pesa a la hora de calificar de santo a quien se marchó al otro mundo.
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Hasta los presidentes venezolanos que han ido a visitar al papa, le han solicitado que interceda para que mueva sus influencias y el venerable se convierta en el primer santo venezolano, el pero, es que deseos no preñan, y el papa actual, y los que le antecedieron, se han hecho de la vista gorda, mientras ya han convertido en santo, a monjas y curas que no llevan 10 años que pelaron cacho! Que eficacia, que eficiencia! , ¿Y, mano Goyo? ¡80 años esperando su beatificación!
EL QUE TENGA PIERNAS QUE CORRA
“Una cosa piensa el burro y otra quien lo monta”, el pueblo humilde para nadie le interesa si la santa sede le dan tan alto título a José Gregorio, eso es “pan comido”, los miles de creyentes, hace bastante tiempo lo calificaron de Beato, su obra humana trasciende hasta nuestro días, su corazón bondadoso a favor de los mas pobres es el más mayor ejemplo de los grandes valores espirituales que le acompañaban.
Para la escritora Marianela Linares, “a millones de venezolanos no nos importa que la iglesia reconozca o no a José Gregorio, lo trascendental es que lo reconozcamos los 30 millones de sus compatriotas. La comunicación con Dios no necesita de intermediarios. Todos lo podemos hacer a nuestra manera.
No hay seres humanos en la tierra con autoridad moral suficiente para calificar quienes son santos o quienes no”. La fe se construye desde nuestro ser interno, y si la “fe mueve montañas”, para que carrizo debemos seguir “jalando” mecate al Vaticano para que lleven a José Gregorio Hernández al santoral. Lo más grande es que el venerable le haga milagros a centenares de personas enfermas por una y otra causa, que haya sacado del sufrimiento a tantos compatriotas, que, no sabían a qué santo pedirle para que curara sus males.
Fuente: DiarioElTiempo/2013/AlfredoMatheus