lunes, 5 de noviembre de 2018

Trabajar con presos ha sido un gran aprendizaje

Gráfica de taringa.net

       Magaly Piña, es una Universidad de conocimientos, de extraordinarias experiencias. Tiene don especial para curar personas, lo que la ha llevado a recorrer todo el país. Compartió un encuentro mundial de testimonios de vida con representantes de 140 países. Sus prédicas de espiritualidad son referencias en la cuidad. Ha sido educadora de numerosos niños valeranos. Ha sido testigo de cómo presos desechados por la sociedad han identificado sus existencias. Para este espacio de comunicación popular, la pastora Magaly Piña, dijo: 

       Llevo 23 años caminando en el mundo del evangelio cristiano. Cuando estaba embarazada de mi primera hija, conocí la fuerza milagrosa de Dios, a través de mi hermano Carlos Alberto lo que transformó mi vida. El destino lo construimos nosotros mismos, la buena o la mala suerte no existen; todo es causa y efectos, sencillamente recogeos lo bueno o malo de acuerdo al estilo de vida que cada uno llevamos.

Cárcel de Trujillo
       Trabajar con presos me marcó, ha sido muy gratificante, dice Magaly Piña. Fue una experiencia al principio difícil. Conocí mujeres jóvenes, madres de familia, hombres con mucho odio y resentimiento. Compartí con reclusos que aparentemente tenían “un corazón de piedra” en un lugar que llaman “la máxima” donde están concentrados los internos más problemáticos. Las autoridades me manifestaron que podía llegar hasta allí pero no respondían por lo que pudiera suceder. 

       Conocí hombres desechados por todos, especialmente por la propia familia. Con una carga de resentimiento social que los hacía más “peligrosos”. Les hable que Dios no rechaza a nadie, por muy bajo que hayan caído. Hoy, algunos de estos “desechables” como despectivamente los califican, son individuos que fueron rescatados del infierno en que sobrevivían. Hay hasta pastores que en la actualidad trabajan en libertad ayudando a drogadictos y alcohólicos.

Gráfica de elcaribe.com.do

Abrirnos al cambio
       Para la pastora Magaly Piña, hay gente que le cuesta ver cambios en sus vidas porque no han tomado la decisión de mejorar como personas. Debemos aprender del ensayo y el error, de cada error se aprende y se saca una conclusión valiosa para avanzar, es imposible no equivocarse. Dios no obliga a nadie a actuar de determinada manera, todos tenemos libre albedrío. Somos nosotros mismos con nuestras acciones los que creamos el bienestar o el malestar, la paz o la violencia. 

       He sido testigo de verdaderos milagros: en una oportunidad mi padre tenía cáncer de colon, los especialistas no le daban esperanza de sanar. A través de mucha oración el cáncer desapareció, los médicos sencillamente no se explican que pudo ocurrir para que la enfermedad terminal desapareciera. Con esta experiencia descubrí la inmensa capacidad que me acompañaba para curar enfermedades prácticamente incurables.

Experiencia a nivel mundial 
      De sus vivencias en Estados Unidos, la pastora Magaly Piña, dice: durante tres meses tuve la dicha de ser invitada a un encuentro mundial de testimonios de vida en Estados Unidos con representantes de iglesias en 140 países. Fue algo que me marcó para siempre.  Fui testigo de impactantes narraciones de hechos más que asombrosos que transformaron a miles de personas. Conocí a una mujer que fue famosa prostituta en calles de Nueva York, hoy es una respetada dama, fundadora de innumerables centros de rehabilitación para drogadictos y alcohólicos a lo largo de Estados Unidos.

       La espiritualidad nada tiene que ver con religión. Espiritualidad es cuando Dios entra en un ser humano y comienza un cambio de vida, de actitudes, de acciones, en fin, una transformación personal. Al regresar de Estados Unidos damos “la familia solidaria” con un corazón dispuesto para Dios, que pertenece a la iglesia INCA de Venezuela, que dirige el pastor Guillermo Rangel. 

Fuente: DiarioElTiempo/2013/AlfredoMatheus

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