martes, 26 de junio de 2018

A Gobierno pa' malo

Monseñor Cardozo - Iglesia San José Carlos R. Parra

      En mis 60 años de “Joseito” he conocido gobiernos malos, pero el de Maduro, se paso de maraca. La soberbia humana no le permite reconocer que se equivocó,  no da pie con bola, no pega una. Hasta en el barrio caraqueño donde se crió el Presidente, salieron con furia a protestar los desmanes de su gobierno.

       Gracias al sentido del humor que acompaña al venezolano, el drama de sufrimiento no ha sido peor. Nuestros compatriotas pueden tener “el agua al cuello” pero con la esperanza de que la ayuda llegará. Dice el escritor Eduardo Galeano:” el humor es subversivo, hace que interpretemos el drama de la vida de forma diferente. Por eso a los gobernantes, a los poderosos para nada les gusta el humor”.

       En una larga cola para comprar alimentos en un supermercado valerano, Toñito pregunta: 

-Abuelo, ¿y que pasara si se muere el Papa?  
-Bueno, habrá que comer plátano y yuca.

       El gobierno de Nicolás está “bajando como el queso fresco”,  lo sabe el mismo oficialismo, por eso le tiene terror a todo lo que huela a elecciones. En La Floresta, uno de los sectores valeranos donde había mayores seguidores de esta revolución, las familias  están  vendiendo los excusados porque no hay nada que echarles.

       Mi abuelo domingo, con su sabiduría de hombre de pueblo, manifestaba: “En Venezuela cualquiera puede llegar a ser Presidente”, ahora, le doy toda la razón. Dicen que los consultorios psiquiátricos jamás habían sido visitado por los trujillanos como en este momento, la mayoría van en busca de ayuda por los estados de angustia en que sobreviven: no hay comida para los muchachos, colas kilométricas para comprar un paquete de harina, el dinero no alcanza. Cuando llegan a la consulta se dan cuenta que los psiquiatras están cobrando precios de “locura”.

La Vieja Valera
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com

       El drama emocional del trujillano ha llegado a tales extremos, que hace pocos días un profesor jubilado, luego de  compartir con unos amigos en un conocido bar de la ciudad, le dijo a un taxista: 

-Por favor, lléveme para donde hayan mujeres que quieran salir. 
        El taxista en su alocada carrera lo llevó para la cárcel de Trujillo.

       Les digo a mis amigas amas de casa, no vale la pena los enojos, arrecherones: ahorren energía, no se calienten en estos tiempos de crisis. Los celos que en otros momentos llevaron a muchos trujillanos a suicidarse por la mujer amada, ahora, los hombres celosos han desaparecido, un amigo me dijo: “Si mi esposa se va con otro, yo me voy con ellos; no voy a quedarme en casa solo con esta tremenda “pelazón”.

       Quien esto escribe, a los 15 años conoció el famoso albergue de Carmania por participar en aquellas  históricas jornadas estudiantiles que sacudieron a Valera en la década de los años 70. Nuestro sueño: vivir en una Venezuela donde la justicia fuera igual para todos. 45 años después, reconozco que  ante la ley, hoy todos somos iguales, pero no ante los jueces, si eres pobre; te “jodiste”, igualito a la Cuarta República.

       El pasado Domingo, luego de asistir a misa en la iglesia San José, conversando con “Chuy” el zapatero”, haciendo catarsis, este expresó: “después que mi mujer me dejo, siento un gran vacío en casa”.   

– ¿Querías mucho a tu mujer, por eso sientes ese gran vacío en tú casa?
-No, siento un gran vacío, porque se llevo los muebles y la sala de la casa es muy grande.

Fuente: DiarioElTiempo/2017/AlfredoMatheus

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Regresa por más

Anuncios Google