El pueblo añora al “Gordito de Michelena”
39
años se están cumpliendo del derrocamiento del régimen del General Marcos Pérez
Jiménez, quien no mandó con mano de seda, pero muchos de los que conocieron las
bondades de este gobierno desean algo parecido para enrumbar a Venezuela por
nuevos horizontes de bienestar colectivo.
Comparando la obra social de la
dictadura presidida por el “Gordito de Michelena”, y de lo que hoy los
políticos se ufanan de llamar democracia, Pérez Jiménez, queda reivindicado
ante un país que se cae en cuatro pedazos por obra y gracia de una clase
política, que solo le ha interesado el enriquecimiento y disfrutar las mieles
del poder a costa del hambre y necesidades de venezolanos.
A través de este espacio de
comunicación popular, el pueblo cuenta su historia sobre las vivencias de una
dictadura que se destacó por las inmensas obras de infraestructura que
construyó, así como la seguridad social que brindaba a los ciudadanos.
Pedro Paredes (oficialista)
“Cuando
Pérez Jiménez, no se conocían los cobradores de peaje, de ladrones nada se
sabía, en fin, no había ninguna clase de alimañas. Lo que si existía era
educación, seguridad, salud. La gente trabajaba con gran vocación de servicio.
Los sindicalistas no iban al baile, ni tenían la fiesta de vagabunderías de las
que gozan en la actualidad.
-El
respeto por las personas era sagrado, en las calles no se atracaba. Cada quien
se dedicaba a lo suyo. Los que si llevaban duro eran los políticos para quienes
no había compasión. Un 23 de enero de 1.958 derrotaron a Pérez Jiménez, su obra
se mantiene en pie como el primer día. Allí está el Hospital Central de Valera,
que llego a ser uno de los mejores de Venezuela, el liceo “Rafael Rangel”, la
escuela “Eloísa Fonseca” edificaciones que son fieles testigos del gobierno de
los años 50.
-Si a
Pérez Jiménez, lo dejan mandar 10 años más, este país fuera una potencia a
nivel mundial.
-Por
qué no decirlo, muchos de los que vivimos esa época añoramos a Pérez Jiménez.
Se ganaba poco dinero pero se compraba lo necesario para dar comida a los
muchachos. La Democracia es el mejor sistema social, solo que en Venezuela ésta
nunca ha funcionado para la inmensa mayoría de la población, en su nombre un
pequeño grupo de políticos y empresarios corruptos se han enriquecido hasta más
no poder.
José Lamus (maestro de obra)
En
tiempos del General Pérez Jiménez, uno llegaba a un negocio a hacer compras y
lo encontraba solo, los clientes se cansaban de tocar, al rato aparecía el
dueño de lo más tranquilo: “Disculpen pero era que estaba donde el vecino
tomando cafecito cerrero”.
La
disciplina y el orden sobresalían, decirle una vulgaridad a una dama en la
calle era un pecado. En el país no había necesidades, el más pobre hacia sus
tres comidas. Como era un gobierno militar; huelga, protestas y paros no
existían. El que se alzaba recibía “Plan y para el cuartel”. La prensa estaba
censurada. Fue una época de bonanza económica, por todas partes se veía gente
trabajando en grandes construcciones”.
-Ranchos
de lata o cartón no se conocían, los más humildes Vivían en su casa de
bahareque o adobe. A los especuladores se les tenía a raya, había control sobre
los precios. El Periódico El Nacional costaba 0,25 un día después que tumbaron
al “General”, amaneció a 0,75 le aumentaron 0,50 de un solo golpe. De ahí en
adelante la especulación ha vivido su mejor momento hasta nuestros días.
Más sabe el “Diablo” por
viejo que por “Diablo”
Para el
oficinista Pedro Paredes y el maestro de obra José Lamus durante la dictadura
se cometieron muchas arbitrariedades, injusticia también han existido en la
llamada democracia, la diferencia es que el monstruo de la corrupción, el bandalismo y el hambre antes no existían como en la actualidad.
Algunos
precios en la época de Pérez Jiménez, eran los siguientes:
1.
Un quilo de carne de la buena, bolívares 3.
2.
Un kilo de caraotas, bolívares 1.
3.
45 plátanos de los buenos, bolívares 2.
4.
Una camisa de calidad, bolívares 4.
5.
Un trabajador ganaba 3 y 5 bolívares diarios.
Para
los que vivieron los años de gobierno del “Gordito de Michelena”, y todavía
sobreviven en la llamada democracia representativa, los tiempos pasados
fueron de mayor bienestar donde la población sentía seguridad y tranquilidad.
Que cada quien saque conclusiones...
Fuente: DiarioElTiempo/1997/AlfredoMatheus
No hay comentarios.:
Publicar un comentario