Teodoro Pekot - Calle 8 Barrio El Milagro
Parece de no creer, los políticos y gobernantes de antes, eran menos muérganos y poco metían la mano en el erario público para no robar el dinero que es de todos los trujillanos. En 1906, el General Mario Bastidas, gobernador del Distrito, envía una carta al Consejo Municipal, anunciándole con el mayor orgullo que había decidió rebajarse el sueldo para así ayudar a paliar la grave crisis que vivía la región, donde los pobres si desayunaban no almorzaban por tanta “peladera”. Que diferencia con los gobernantes de hoy: ¡de vaina no se llevan los muebles de las oficinas para sus casas!
El gallo pinto
En 1920, los valeranos carecían de espacios donde recrearse, lo único que existía era la iglesia San Juan Bautista, donde llegaba la feligresía a pedir perdón por tantos pecadillos que cometían rocheleando con una que otra mujerona. Los más adinerados tenían finos gallos de peleas y buen dinero para meterle al Whisky del momento. El General Emilio observando que la comarca carecía de espacios para la diversión, se dio a la tarea de construir el Teatro Carrasquero, estuvo ubicado en la av. 10, entre calles 10 y 11.
El cine se llenaba de parroquianos que iban a disfrutar de un buen “peliculón” y a comer chimo del bueno. El que no quería quedarse parado mirando el film (mudo, blanco y negro) tenía que llevar su silla y gozar a lo grande con las películas que causaban más que asombro en aquella Valera de calles de tierra.
En 1926, el empresario Humberto Murillo, construyó el primer local para el Cinelandia, uno de los más modernos en la provincia venezolana para la época. Las colas para entrar, eran parecidas a las que se hacen en la actualidad para comprar 3 pollitos flacuchentos allí frente al PDVAL de la Plata. El primer documental que se proyectó fue “Luces de Buenos Aires”. Era tanta “la fiebre” por ver el documental que los parroquianos iban al cine hasta cinco veces a ver la misma película.
El teatro Valera ubicado frente a la plaza Bolívar, el cual, el alcalde Karkón dijo que iba a quedar como una “tacita de oro” y está más feo que pelea a machete dentro de una buseta, fue inaugurado en 1946. El cine “Libertad” abrió sus puertas el 11 de octubre de 1956, con una inolvidable fiesta que paralizó a Valera por la presencia de afamados artistas internacionales.
El mercado lucía terrible
En 1910, el mercado municipal estaba ubicado donde hoy encontramos la plaza Bolívar. Los domingos se formaba el gran fieston de las hortalizas, llegaban campesinos de las más lejanas zonas campestres a vender sus productos agrícolas. La sopa de mondongo y gallina negra se prepara sobre calientes fogones de leña, los animales se sacrificaban a la vista de todos; era un espectáculo único en la ciudad, al final; el lugar quedaba como el propio chiquero.
La municipalidad aprobó un decreto donde había que “bajarse de la mula” con un bolívar por derecho a piso. Igualmente los agricultores tenían que cancelar su respectiva tarifa como impuesto municipal para entrar al mercado con burros, mulas, cochinos, cabras y gallinas culecas. El dinero recabado era utilizado para pagarles a los trabajadores de limpieza que dejaban estos espacios como bolsillo de desempleado: completamente limpios.
Fuente: DiarioElTiempo/2015/AlfredoMatheus
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