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Un 10 de junio del año 1935, fue creada la comunidad de Alcohólicos Anónimos. Esta organización terapéutica ha salvado a millones de personas en todo el mundo, sacándolas de las garras de la droga y el alcohol. Miles de hogares, en la actualidad disfrutan de tranquilidad, al compartir en santa paz con familiares que hasta ayer; eran borrachos empedernidos, y en este momento han podido detener uno de los sufrimientos más terribles que ha conocido la humanidad: la enfermedad del alcoholismo.
LA ALEGRÍA DE EXISTIR
El corredor de bolsas Bill W. y el médico cirujano, Dr. Boww, pasaron a la historia por ser protagonistas principales en dar luz a este novedoso programa que la ciencia califica como la experiencia de psicoterapia desde la comunidad más poderosa que se haya conocido en los últimos años a nivel mundial. Para la Organización Mundial de la Salud, Alcohólicos Anónimos tiene un 80 por ciento de éxito en el tratamiento con personas alcohólicas; siempre y cuando el individuo tenga el deseo sincero de dejar la bebida.
SALIERON DE LAS TINIEBLAS
Un 10 de junio de 1935, comenzó a latir el corazón de Alcohólicos Anónimos, uno de sus fundadores; Bill W., le acompañó una humildad digna del mayor reconocimiento: no quiso recibir diez grados honorarios de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos. Para Bill, él, era solo un granito de arena al lado de miles de hombres y mujeres que dieron vida a Alcohólicos Anónimos. Bill, murió sin saber que fue galardonado como uno de los 10 personajes más grandes que haya impactado a la humanidad en el siglo 20. Fue calificado como el mayor arquitecto social de todos los tiempos.
DIOS ESCUCHÓ MIS SUPLICAS
Presentamos algunos testimonios de personas que sobrevivieron el terrible drama de la enfermedad del alcoholismo. José M. –Mi carrera alcohólica comenzó a los 15 años-. Lo que más me gustó: El alcohol me quitaba la timidez, podía hablar sin miedo alguno. Luego, me convertí en adicto, bebía todos los días del mundo, mi vida era un desastre. A los 30 años ya llevaba tres intentos de suicidio, no soportaba tanto dolor emocional y el gran vacío espiritual que vivía. Me sentía el ser más miserable, mi familia cansada del sufrimiento que le causaba me abandonó. La soledad que me acompañaba era más que bestial. Fui a psiquiatras, psicólogos, grupos religiosos, nada me sirvió.
“Hace 28 años, una noche, llegué a Alcohólicos Anónimos, allí me explicaron que yo no era ningún bandido, que tenía una enfermedad, una obsesión por el alcohol que no había fuerza humana que la detuviera, y que sólo la ayuda de un poder superior (Dios) podía devolverme el sano juicio. Llevo 28 años sin probar una gota de alcohol. Mi vida se transformó, recuperé de nuevo a mis hijos y esposa. Recuperé la alegría de existir, la tranquilidad espiritual. Ayer conocí el infierno más bestial, hoy, disfruto de una paz interna que jamás me imaginé que existía”.
ROSA C.
Cuando comenzaba a beber no había manera de detenerme. Llegaba a casa con una gran carga de violencia. De ser una persona tranquila me transformaba en una mujer que causaba terror. A pesar del tormento, de llegar a degradarme en lo moral y espiritual, cada día bebía con más fuerza. Quería matarme para matar el dolor que sentía en mi alma. No me soportaba a mi misma y no soportaba a las personas que estaban a mi lado. Toda mi vida se transformó en llanto y sufrimiento. Una fuerza extraña me estimulaba a beber y beber sin tomar conciencia de las consecuencias. Pensaba que el mismo diablo se había apoderado de mi persona. En Alcohólicos Anónimos encontré la paz espiritual que tanto anhelaba. Siento que volví a nacer: dejé atrás a la mujer desdichada que era. Gracias a Dios y a Alcohólicos Anónimos, nací de nuevo.
APRENDER DEL SUFRIMIENTO
Finalmente, debemos recordar al recluso “Chessman”, el preso más famoso que conoció Estados Unidos en el siglo 20. Antes de ser llevado a la silla eléctrica, escribió a Bill W. “Ninguna calamidad, ningún dolor humano, es tan aplastante e indigno, que algo bueno y ejemplar podamos sacar de él. El sufrimiento útil, es la más extraordinaria herramienta para mejorar como personas y transformar nuestras vidas, a pesar de lo indigno a lo que hayamos llegado”.
Fuente: DiarioElTiempo/2016/AlfredoMatheus
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