domingo, 2 de septiembre de 2018

Dr. Hilario Rivas Marín. El alcoholismo no tiene cura

Gráfica de Quo.es

       En las instalaciones del módulo de servicios del sector La Floresta, se realizó un importante taller relacionado con el alcoholismo y todas sus consecuencias dolorosas en la salud mental  y emocional del individuo, así como en el ámbito familiar, laboral, social y comunitario.

      La actividad fue organizada por los estudiantes Yadira López, Yamireth briceño y Aura Mazorca, quienes cursan estudios de enfermería en el Colegio Universitario "Cecilio Acosta".

      El ponente fue el doctor y profesor universitario Hilario Rivas Marín, quién ha dedicado varios años a la investigación del alcoholismo cómo la gran enfermedad del Siglo XXI. Ante un nutrido grupo de Valeranos, dijo:

      El alcoholismo es una enfermedad profundamente del alma, de la mente y del espíritu. Un alcohólico sencillamente es una persona enferma y como tal debe tratarse. El alcohólico si desea recuperarse tiene que aceptar que es un enfermo, no es un vago, un sinvergüenza, ni un irresponsable, persona que emocionalmente se encuentra con serios trastornos.

      La enfermedad la produce la obsesión, que es una idea fija, la cual lo va esclavizando hasta llevarlo en ocasiones a estados de locura. A pesar de sus consecuencias dolorosas muchos alcohólicos no aceptan que son tales, de allí que es calificada como la enfermedad de la negación.

¿Qué son las lagunas mentales?
      Es cuando al día siguiente de una borrachera, hombre o mujer alcohólica, no se acuerdan absolutamente nada de las cosas que hicieron el día anterior, es una amnesia total, se pueden cometer las peores aberraciones y la persona olvida todo aquello en que haya estado involucrado.

      No es la cantidad de alcohol qué hace a alguien alcohólico, si no la razón por la que toma: Se bebe porque la esposa lo abandonó, porque la familia no lo comprende, porque nadie lo quiere.

       Es tal  el estado de locura de un alcohólico que en ocasiones lo ataca la celotipia, comienza a celar a la mujer, ve amantes imaginarios, cree que la esposa está saliendo con otro hombre, se llega al extremo que el individuo termina asesinando a la esposa.

       La Organización Mundial de la Salud dice que el alcoholismo es incurable. Podemos tener 20 años sin beber y llegamos a consumir una sola copa y la enfermedad se manifiesta como el primer día.

       Hoy en el mundo se conocen distintas experiencias para detener la enfermedad, una de las más efectivas es la de compartir el problema con otras personas alcohólicas, la terapia de la palabra, interactuar con otros que tienen el mismo problema, así surgió alcohólicos anónimos, hoy funciona en más de 100 países con el mayor de los éxitos en la recuperación de la persona alcohólica (siempre y cuando ésta tenga sinceros deseos de dejar la bebida). 

El ratón moral
       Son niveles muy grandes de depresión, angustia, ira, tristeza, que poco a poco van matando el alma del alcohólico. Es cuando después de una borrachera despertamos con mucho miedo, mucha inseguridad. Son tan grandes los estados depresivos que algunos enfermos terminan suicidándose.

       Finalmente el doctor y profesor de la Universidad Valle del Momboy Hilario Rivas Marín, manifestó: El alcohólico no es un Bandido, no es mala gente, no es un perdido, no es un inmoral, no es un "loco" de carretera, es un ser humano enfermo que puede ser rescatado de su estado de perturbación en que se encuentra, aquí alcohólicos anónimos puede servir de gran ayuda.

Fuente: DiarioElTiempo/2008/AlfredoMatheus

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