domingo, 26 de agosto de 2018

393 años del Niño Jesús de Escuque

Gráfica de Scoopnest.com

      La celebración del Niño Jesús de Escuque se remonta a 393 años. Es una de las veneraciones religiosas de mayor antigüedad en Venezuela. Antes de la llegada del hombre blanco, los indígenas rendían adoración a la Diosa Icaque en el “Cerro Castillo de Reinas”, las montañas en el refugio para el encuentro con un ser superior que mandaba lo que le pedía: lluvias, buenas cosechas, salud, paz y armonía.

       Con los españoles no solo llego el caballo. Igualmente se hicieron presentes nuevas costumbres y creencias. Apareció la religión católica con imágenes que invitaban a la adoración, el recogimiento, a la festividad y al jolgorio.

        En el año 1611 la familia Guanchez y Cerrada tuvo que correr duro desde el Puerto de Gibraltar, al sur del Lago de Maracaibo, huyendo de la ferocidad de los indígenas “Quiriquieres”, quienes indignados de los atropellos de los colonizadores se lanzaron a la lucha en contra  del hombre blanco.

Gráfica de es.wikipedia.org

     Los Guanchez y Cerrada terminaron la caminata en el pequeño poblado de Escuque, los pobladores les abrieron las puertas de la bondad y solidaridad. Entre las pocas pertenencias que lograron llevar, se encontraba una pequeña imagen del Niño Jesús elaborada por un artesano sevillano.

       Los escuqueños enamorados por naturaleza, se identificaban con aquel retablo del niño Jesús, es tanta la adoración, que al marcharse a otras tierras, la familia Guanchez dono a la comarca la imagen del niño que se salvó de la furia indígena.

       En un santiamén la devoción al hijo de María y José se siembra habla de su milagros, la gente comienza a llegar a la “tierra de nubes” para conocer con sus propios ojos la talla milagrosa del artista sevillano.

Fuente: DiarioElTiempo/2004/AlfredoMatheus

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