miércoles, 29 de agosto de 2018

Cuídate del hombre que nunca ríe

Gráfica de BBC.com

       Investigaciones en todo el mundo ubican en la actualidad a la risa como una de las más milagrosas curas para el sufrimiento del diario vivir. Científicos de la prestigiosa Universidad Harvard, estimularon a un grupo de empleados a reir a carajada suelta, los resultados: aumentaron la capacidad para trabajar en equipo y ayudarse unos con otros a la hora de resolver problemas personales. La risa produce un estado de placer de verdadero regocijo, los músculos se relajan, el cuerpo se oxigena más. Los beneficios emocionales y mentales son notorios.

        Para la psicóloga Xiomena Santa Cruz, el fenómeno de la risa tiene en sus explicaciones: Cuando uno se conecta con sus emociones, en este caso a la alegría, se produce una descarga energética importante, el trabajo se hace con mayor optimismo y creatividad.

Líderes que ríen
      Otras investigaciones han demostrado, dice la psicólogo Xiomara Santa Cruz, que aquellas personas que tiene facilidad para contar chistes y hacer reír a los demás, producen una mayor empatía frente a los otros trabajadores de cualquier empresa, organización o institución, entran en un terreno de más confianza y se convierten en buenos líderes por todos solicitados.

      Esto se debe a que una persona que proyecte a los demás paz, tranquilidad, felicidad, los otros lo ven como alguien a quien vale la pena escuchar, seguir y aprender de su salud emocional y mental. En cambio, los que andan con la “cara de perro”, destaca la psicóloga Santa Cruz, esos que llaman “marrajos” provocan rechazo en la gente y mucha desconfianza, las personas temen acercarse.

Gráfica de circienaga.com

No hay que pararle al qué dirán 
       La psicoterapeuta Xiomara Santa Cruz, señala que, son muchos los beneficios de la risa. El problema es que por razones culturales y de costumbres familiares algunas personas dejan de reír ante los demás por aquello del “Qué dirán”,  para que no las tilden de irracionales, débiles de carácter. No olvidemos lo que decían nuestros padres cuando reímos a carcajadas: “Usted es tonto, es pendejo, deje de reír como un bobo”. Cuando niño uno se reía de cualquier pendejada, disfrutaba y gozaba a lo grande, pero a medida que vamos creciendo perdemos esa capacidad y nos cuesta más disfrutar de una risa loca. 

        Guillermo Ormeño, uno de los más destacados fisiólogos de la universidad de Chile explica que la risa “permite que aumenten los niveles de células T, responsables de detener virus y bacterias. Igualmente permite la liberación en el cerebro de sustancias como las catecolaminas asociadas al placer y la felicidad.

       Recuerda el señor Guillermo Ormeño: si queremos tener buena salud emocional debemos acostumbrarnos a reír todos los días, es una novedosa terapia, para vencer el dolor y estar en mejores condiciones inmunológicas para enfrentar el ataque de las enfermedades. Para mejorar el estado de ánimo, para la depresión no hay mejor cura que ir en busca de una carcajada a rienda suelta. Las carcajadas liberan endorfinas, analgésicos naturales del cuerpo que permiten disminuir el dolor o los síntomas de las enfermedades de mucho sufrimiento.  

Fuente: DiarioElTiempo/2008/AlfredoMatheus

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