jueves, 8 de noviembre de 2018

El panita Alí Primera

Gráficas de noticierovenevision.net

       Como olvidar aquella noche que lo conocimos en el Ateneo de Valera, de ese encuentro hace 30 años. La presentación estaba programada para las 7 y 30 (ya a las 6 de la tarde, el auditorio estaba a reventar). De barrios, urbanizaciones y liceos fueron llegando entusiasta jóvenes deseosos por conocer y escuchar al padre de la canción protesta en Latinoamérica.

       A partir de ese momento nos dimos cuenta que estábamos frente a una leyenda viva del canto popular. Un artista con sangre, corazón y alma de pueblo. El cantautor que sin necesidad de salir en televisión reunía multitudes que coreaban la poesía de los humildes de los trabajadores campesinos. De los olvidados de la tierra.

       Así era su arte, construido desde el dolor, la alegría y la soledad de la gente. Un canto como diría Eduardo Galeano dedicado con un profundo amor para los “mal comidos, los mal dormido, los humillados, los rebeldes, los silenciados, para los golpeados por la injusticia, para quienes sobreviven en casas de cartón.

     Admirábamos su valentía para decirle cuatro verdades a una clase política en la fuerza de la mentira, el engaño, estafadores de la esperanza humana, manipuladora de las necesidades del hombre. “Aves de rapiña” que en nombre de la “democracia” se enriquecieron, robaron y saquearon la riqueza nacional. Una casta política que no salía de una “borrachera” de derroche, opulencia, despilfarro, mientras el pobre moría a las puertas de los hospitales.

Gráfica de el-vinotinto.cl

     Como olvidar, al Alí poeta, al combatiente por la vida, al sembrador de alegrías ante tantas tristezas, al “hijo de mama del núcleo Universitario en padre, huelga de hambre. La noche que Boconó quedo solitaria, sus pobladores marcharon al estadio de Valera en un canto a favor de los damnificados. En el estadio de Valera en un canto por la defensa del Valle del Momboy. En la avenida Bolívar en el Festival de la Sociedad de amigos de la republica alemán (Sarda).

       Hoy recordaremos al poeta de corazón bondadoso que dijo: “oh, cuanto amo a los que van faltos de amor, llorando. ¡Dios mío, cuando amo a los que de tanto amor, van llenos de fe en los seres humanos!

       Alguna vez iremos todos hasta la tierna herida de la patria y se la cerraremos con un enorme beso. Como no recordar al Alí Padre y amigo de sus hijos: “Con el Sol a medio cielo me nacieron seis muchachos que se hicieron compañeros militantes de mi canto y por ellos cantos hermoso”.

       Siempre estará presente en las luchas cotidianas. El Alí que nació un 31 de Octubre de 1941, en Coro, estado Falcón, en el seno de una humilde familia. En la Universidad Central se inmortalizo con sus primeras canciones “humanidad y no basta de rezar”. Su primer disco “Vamos gente de mi tierra” grabación prohibida por el gobierno de Rafael Calderas.

     El 16 de Febrero de 1985, un accidente de tránsito en la autopista Valle-Coche en Caracas, le arrebato la vida al cantor de Paraguaná. A los 17 años de su siembra; Alí Primera en historia, leyenda, dignidad, irreverencia, amor a la humanidad. Su semejante social tiene más fuerza que nunca.

       “Que mi canto no se pierda, espero que luchen”, dijo en una oportunidad. Y su canto con alma de pueblo jamás se perderá en manos de la “patria nueva”, de eso estamos convencidos humilde trovador de la cultura popular. ¡Que Dios lo tenga en la gloria!

Fuente: DiarioElTiempo/2002/AlfredoMatheus

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