domingo, 25 de noviembre de 2018

Qué tiempos aquellos

Escuale Eloisa Fonseca
Gráfica de diariolosandes.com

     “Chicha Aguada” retumbaba con su canto serenatero en aquellas noches de inolvidables parrandas callejeras “Pata de loro” cargando parroquianos en uno de los primeros taxis que conoció la ciudad. Cobraba dos bolívares por la carrera. 

       Jamás la comarca valerana volvió a desgastar una arepa rellena con hígado como la que preparaba Doña Carmen. En el momento en que alguna persona se molestaba porque no lo atendían de inmediato, Carmencita, respondía: “Amigo, váyase por donde vino; primero come mi niño  Alirio”, el niño al que se refería Carmencita, pesaba 160 Kilos y media casi dos metros de altura.

El templete siete colinas
       El pueblo disfrutaba sanamente, jamás se escuchaba de una balacera, todos colaboraban para compartir la amena alegría colectiva. A altas horas de la madrugada la gente regresaba a sus casas sanos, sanitos. 

Antigua Redoma Las Acacias. Avenida Bolivar
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com


      Radio Valera y Radio Turismo con sus mejores locutores Leonel López y José Quintero Maldonado, se trasladaban a las barriadas populares y formaban unas señoras parrandas con las mejores orquestas del momento.

Meta la mano mi niño
      El señor Casanova fue el primer publicista que conoció la comarca, en su camioneta montaba unas enormes cornetas y anunciaba por toda la ciudad cualquier evento público o hacía publicidad a las casas comerciales con una voz de excelente locutor. 

       El parroquiano Jorge, salía en la mañanita con su cesta de dulces, en una bolsa introducía varias chapas de refrescos con el nombre de los dulces, el niño pagaba y luego metía la mano; Jorge pegaba un grito que se escuchaba a 100 metros: "Saliooooo premiado mi niño".

Fuente: DiarioElTiempo/2000/AlfredoMatheus

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