domingo, 22 de julio de 2018

Sálvese el que pueda

Gráfica de diarioeltiempo.com.ve

       A los trujillanos se les va el agua y aguantan el olor a “chivo sudado”. No hay luz eléctrica, se alumbran con velas, si el pescado está por las nubes, demasiado caro, comen sardinas. Donde el “cochino torció el rabo”, es con el problema de inseguridad, aquí sí es verdad que hay que llamar a María. En la actualidad la situación de inseguridad se ha convertido en lo que llaman los especialistas: un problema de salud emocional, la gente anda con los nervios de punta, se montan en los buses con el temor de ser asaltados. A las nueve de la noche las calles de Valera están desoladas. Algunas investigaciones arrojan que, la causa del mayor número de muertes se origina en los centenares de asesinatos a lo largo del país. 

Los diputados ni huelen ni hieden 
       En el estado Trujillo la violencia ha llegado a niveles más que alarmantes, jamás hemos escuchado a los diputados de Consejo Legislativo interpelando a los altos funcionarios policiales para que expliquen a la población en qué va a parar todo desastre relacionado al robo de vehículos, asesinatos, atracos. 

       Nuestra constitución pareciera que fuera letra muerta, allí aparece muy claro la obligación que tiene el Estado venezolano y los gobiernos, en darle protección a los ciudadanos, en la práctica; “no le vemos los cachos a la vaca”. Nunca los trujillanos se habían sentido tan desamparados y desesperados ante tanta inseguridad. La impotencia es grande por la delincuencia desatada y donde el gobierno pareciera dar muestras de incapacidad para detener la furia delictiva.

Gráfica de notitotal.com

Sin corazón en el pecho 
       La violencia que genera la delincuencia no respeta edades, ni profesiones, si usted es mujer o hombre, si es chavista o está en la oposición, la consigna es; “arrele que son pasteles” y se llevan por delante mayormente a la gente del pueblo. Dicen expertos en la materia que algunos factores presentes en el auge delictivo que estamos viviendo son: consumo y tráfico de droga, alcohol, desempleo, pobreza, ausencia de un eficaz sistema de justicia, y lo más dramático; el alto grado de impunidad que se respira, no hay castigo, y si hay billete por el medio, menos, seguimos como en la cuarta: los únicos que van a la cárcel son los roba gallinas.

Nos preguntamos 
       Por qué la defensoría del pueblo, no toma la iniciativa y convoca a toda las instancias del gobierno regional para orientar recursos humanos, técnicos y financieros que contribuyan a detener tanto derramamiento de sangre que a diario enluta a los hogares trujillanos.

      ¿Cuál es la causa que el gobierno no haya declarado emergencia en materia de seguridad ciudadana, así como lo hacen cuando cae un chaparron de agua. La situación es intolerable y los burócratas del oficialismo “no mueven una paja”.

Fuente: DiarioElTiempo/2012/AlfredoMatheus

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