domingo, 1 de julio de 2018

Valera amanecía bailando

Gráficas de Brico-valera.com

     Miles de anécdotas acompañan a nuestra querida Valera. Mucha agua ha bajado por el río Motatán. En los últimos 60 años hay historias inéditas de la comarca, no aparecen en ningún libro. En la actualidad el cronista Pedro Hernández se dedica a recopilar parte de esa “otra Valera”.

      Como olvidar a la maestra Rosarito en la antigua escuela “Ricardo La Bastidas”. Gozamos en los centros escolares “Eloísa Fonseca”, Padre Blanco, Salesianos, “Rafael Rangel” Vivimos las hazañas del “águila solitaria” Vicente Laguna, el mejor ciclista de todos los tiempos. Participamos en los inter-escolares del Club del Magisterio frente al comedor popular. Disfrutamos hasta más no poder de las primeras ferias de Valera en el sector Las Acacias, y “pulimos hebilla” al ritmo bailable de Los Blanco, Los Melódicos, la Billo’s, Los tropicales y los Máster.

       De los sitios de diversión para los valeranos, Pedro Hernández, recuerda: los burdeles de mayor fama: “El arcoíris”, El Dandi, El Siboney. La prostituta más solidaria fue “Manamana” a los estudiantes le cobraba 2 bolívares por unos minutos de sexo desbocado. Las discotecas que hicieron historia; “Pata Pata”, La Dacoba, La Cueva, La Araña. Las mejores cervecerías; La central, la terraza, fuente de soda El Campo.

      Los “huequitos” donde vendían la cerveza a precios que jamás volverán (dos bolívares) eran regentados por Toño Lobo, “papi y mami” “el chareto”, “Manuelito”. El cochino frito acompañado del mejor ají trujillano lo vendían en el Tequendama, cerca del mercado viejo, se formaban exquisitas tertulias con el “pulga Peña”, Toño Vale y Jorge Valero.

CABEZAS CALIENTES
     De esa Valera de añoranza, el cronista Hernández, destaca: La tapicería de Guillermo Briceño frente al hotel Ambasador se la pasaba  llena de valeranos que compartían en amena tertulia, la conversa giraba sobre política, el béisbol y el comedor para los deportistas. Luchamos a “brazo partido” por el Núcleo Universitario “Rafael Rangel”.

       Celebramos la apertura de la Universidad Valle del Momboy liderada por el morocho González. Fuimos “cabezas calientes” y militamos en el viejo MÁS de Teodoro y Pompeyo Márquez. Votamos  alguna vez por AD o Copei. Como buenos valeranos nos familiarizamos con aquellas famosas “guamas”, (hablar con amigos hasta la medianoche) en la calle 15 con Av. 13 frente al edificio de cuadritos.

TELEVISIÓN NO HABÍA
       En su sabrosa narrativa de la Valera que se fue, Pedro Hernández, manifiesta: No había llegado la televisión a nuestra ciudad, la diversión de la muchachada consistía en disfrutar por radio las novelas de Martín Valiente, el gavilán, los 3 Villalobos. Cantamos en radio Valera en el concurso de “los pitoquitos”; el premio era un soberano pan de la panadería La Valerana, una entrada para el cine y un cuarto de kilo de café cerra.

        Las calles de nuestra comarca quedaban solitarias a la hora en que cantaba por radio Valera, Panchita Duarte, la “Alondra trujillana”. Por esta misma emisora pasaron artistas de la talla de: Alfredo Sadel, Mario Suárez, Magdalena Sánchez, Eleazar Agudo, Roberto Luti.

PARRANDA VALERANA
      Como olvidar, esas inolvidables parrandas con el ganadero y bohemio Pedro Hernández,  el “Hueso Salaz”, con “Bullaranga” Con el grupo musical Tormento bailamos hasta el amanecer. Disfrutamos de amenas tertulias con el mejor escritor trujillano de todos los tiempos; Adriano González León. Valera es una comarca inolvidable, aquí hemos enfrentado desafíos, hemos superado retos que parecían imposibles.

Fuente: DiarioElTiempo/2017/AlfredoMatheus

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