miércoles, 9 de mayo de 2018

La Valera Cultural

Departamento para el Turismo de la Alcaldía Comunitaria Bolivariana
Departamentoparaelturismo.blogspot.com

       Valera no se parece a nadie, la primera sociedad civil que conoció nuestra comarca nació en 1871, con el nombre de Amantes del Progreso, se destacó por las múltiples actividades que desarrolló en beneficio de la cultura y acciones por una Valera más humana. En 1877, se constituye la organización “Piadosa de Fomento”, dirigida por el padre Víctor Añez, se dedicó a la lucha por el empedrado de las calles, la  reparación de la iglesia y lograr la instalación de faroles para el alumbrado público. 

        Organizaron la famosa fiesta de la Concordia en la hacienda La Plata de la familia Maya, entre tragos para alegrar el espíritu y un suculento sarao, los trujillanos de diversas posiciones políticas se reencontraron en un ameno compartir para fortalecer la sana convivencia y la armonía ciudadana ante tanta división y enfrentamientos que desangraban nuestra región  para ese momento.

Casa de los Tratados de Bolivar y Sucre
Una edificación Colonial del Casco Histórico de Trujillo
Gráfica de edificacionescolonialesdetrujillo.blogspot.com

       El 25 de julio de  1876 la colonia italiana radicada en nuestra ciudad comienza a desarrollar actividades culturales que terminaban con cantos y buen vino. En 1881, constituyen la Sociedad "Fratelianza Italiana” ayudando en la formación de la primera banda musical que conoció la comarca, dirigida  Juan María Spinetti. 

       En 1880, es creada la Sociedad “Hijas de María”, organizaban llamativas veladas culturales donde sobresalían los recitales poéticos a la luz de la luna, igualmente organizaban acciones para recaudar fondos dirigidos a ayudar a los valeranos con mayores necesidades económicas y carencias de alimentos. Para no quedarse por fuera como la guayabera; los maracaiberos residentes en Valera, fundaron la Sociedad “Virgen de la Chinita” en 1889, para celebrar por todo lo alto las fiestas a la Chiquinquirá.

Marchena - Museo Coullaut Valera.
Gráfica de elrincóndemisviajes.blogspot.com

       Y sigue la fiesta: En 1886, toma vida  la asociación “Amenas veladas” que sobresalió por las sabrosas actividades culturales que organizaba donde se distinguían los encuentros musicales, literarios, poéticos y canto con los mejores artistas de la época. En 1889 viene al mundo de los vivos; la agrupación “Sociedad Amantes del Progreso” programando significativas actividades “por una mejor Valera”.

       En 1890, toma vida “Gimnasio Intelectual” especialmente para discutir y comentar  todo lo relacionado al desarrollo de las  ciencias. En 1894, Venezuela por fin respira paz y tranquilidad gracias a que el zaperoco de las guerras había disminuido, un grupo de valeranos se dan a la tarea de  de constituir “El Club del Comercio de Valera”, fue un Club que dejó gran huella cultural: inaugurando la mejor biblioteca que Valera conociera hasta ese momento.

Fachada de la casa donde se firmó el decreto de Guerra a Muerte
Foto Ricardo Mendoza MR360, en Panoramio

       Finalmente, en la década de los años 50, comienzan los primeros intentos para darle vida al  Ateneo de Valera, convirtiéndose tiempo después en un referente cultural para toda Venezuela por  la hermosa siembra creadora que inició la educadora Aura Salas Pizany.

       Y nació la Federación de Centros Culturales del estado Trujillo, un 12 de febrero de 1980. Una rica experiencia de participación comunitaria donde intervienen promotores culturales, artistas populares, artesanos, agrupaciones artísticas. Había un maravilloso encuentro de saberes   que se transformó en un importante aporte cultural a Venezuela, de cosas que se construían con “la gente y para gente” desde diversas comunidades trujillanas.

Museo Guillermo Leon Valencia
Gráfica de tripadvisor.cl

       Fue una experiencia donde se facilitaba al trabajador cultural herramientas metodológicas, en la búsqueda de desarrollar una actividad social de mayor eficacia y alcance. Formación y capacitación en procesos de auto-gestión comunitaria, en compartir la crítica y la auto-crítica. Se revalorizan los conocimientos de la gente común con el más grande respeto. Antes se trabajaba “a la buena de Dios”, la Federación de Centros Culturales, comienza a dar su aporte con la asociación cultural “Churuata” en la formación y capacitación del trabajador de la cultura. Se interactuaba con especialistas de la academia y  los saberes de las comunidades en un rico interactuar que nos fortaleció como pueblo creador.

Fuente: DiarioElTiempo/2016/AlfredoMatheus

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