domingo, 6 de mayo de 2018

La Valera de mis recuerdos. Tercera parte

Entrada de Valera por el Sector El Bolo
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com

       En la Universidad Valle del Momboy, se realizó el Primer Simposio de historia valerana: cultura e identidad local, organizado por la Escuela de liderazgo, El salón de la trujillanidad y “Voces de la ciudad”. A través de este espacio “Domingo con lo nuestro”, compartimos con los lectores la intervención del profesor; Jesús Simancas, nos hablo de aquella sabrosa  Valera de ayer.

       Se paseaba por calles de la ciudad un señor  apodado “Colmillo e ´tigre, no recuerdo el por qué de su apodo, pero si lo recuerdo a él, siempre vestido de palto, con cara de pocos amigos, y dispuesto al ataque furioso al escuchar el grito de los estudiantes más jóvenes, aquellos que hoy vestirían camisa azul claro y dispuestos a no dejarse alcanzar. Esa era la particularidad de “colmillo é tigre”, perseguir a los que lo llamaran por tan feo nombre y vengarse, a veces lanzaba piedras al verse  aminorado en su carrera frente a los de menor edad. Con él, las situaciones eran  dadas como espectáculo, las damas aquí rara vez participaban.

       También encontramos a “El Zancudo”, este personaje recibía  su apodo por su delgadez, aspecto huesudo y por su estatura, quizás quien puso su nombre vio demasiadas similitud con el insecto. La particularidad de este personaje la daba su oficio, barría las calles con un carrito donde depositaba la basura, al escuchar el grito de zancudo se envolvía  en una furia ciega y comenzaba a perseguir a quienes así lo llamaban, olvidando el carrito de trabajo. Allí comenzaba el verdadero juego, otro grupo escondía el carro. Así pasaba un tiempo de diversión hasta que devolvían el carrito y la avenida recibía su respectiva limpieza.

       Más niño aun, recuerdo a un personaje del que nadie habla, “la vieja cuchera”, esta señora, fue personalmente muy particular, porque metía miedo, su mirada y vestimenta eran de una persona no muy cuerda, no muy jocosa, no para juegos. Ella caminaba por las avenidas 9 y 10 bajando desde Caja de Agua. Siempre llevaba un recipiente y miraba de soslayo, insegura, llena de miedo, quizás.

Mercado Municipal de Valera
Gráfica de elcronistadesantarita.blogspot.com

El pavo numero uno 
      En la avenida 10 con calle 9 hay  cuatro esquinas cruciales para el recuerdo: Banco Unión, Palacio del Niño, Casa Valera y Farmacia Garantía, a media cuadra estaba la Cimballi y Radio Valera, estos establecimientos fueron cruciales para los valeranos, a ciertas horas del día se paraba un caballero elegantemente vestido con ropa clásica, pero de colores vanguardistas y llamativos: un traje muy blanco, zapatos blancos y camisa psicodélica o roja escarlata. Parecía un modelo. Poco se sabía de él, o poco supe yo de él. Unos  decían que modelaba la ropa del Palacio de Niño, otros; de Casa Valera,  decían que venía de la capital y no tenía donde lucir tal ropa, mucho se pensó para finalmente llamarlo “El pavo número uno” o el “pavo más pavo”. Algunas veces subía  a la esquina  de la avenida 10 sin hablar con nadie, hecho que le imprimía misterio para crear la fábula.

Tristeza en la Avenida 10
       Estoy seguro que al pasar casualmente una noche por la avenida 10 de hoy se amontona un deseo grande de poder ver aquellas vitrinas iluminadas y la gente observándolas, dando vida al lugar. Quitando de la imaginación el miedo que hoy produce. En las noches tempranas vemos el abismo y no paseamos, corremos para alcanzar una de sus desembocaduras y con ellas la salvación. 

Fuente: DiarioElTiempo/2014/AlfredoMatheus

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