sábado, 2 de junio de 2018

El Padre Búlmez en La Puerta

Grande y reconfortante en su valentía y crudeza para decirles a los poderosos, 
a los gobernantes, a los políticos y a los militares grandes 
verdades que otros por comodidad callan.
Gráfica de Websindiario.com

      El padre Ricardo Búlmez es todo un personaje en el tema del desarrollo humano y el crecimiento espiritual. Su fama de sembrador de esperanza traspasó las fronteras venezolanas. Su capacidad pedagógica para transmitir conocimientos relacionados a la autoestima, la espiritualidad, la responsabilidad de cada ser humano en la tierra, la educación, es más edificante. Sus intervenciones son una gandola de carcajadas, cada minuto que pasa la gente espera más y más, y es que el padre Búlmez es un mundo de sorpresas, un ser humano de infinita sabiduría, una fuerza asombrosa para transformar corazones y hacer reír a carcajada suelta.

      El padre Búlmez no es un padre cualquiera, le acompaña una destreza especial para utilizar el humor en función de construir una sociedad más justa, donde el ser humano asuma su compromiso, y sea protagonista de los cambios que hoy mueven al mundo. Su mensaje llega a todos por igual: adolescentes, jóvenes y adultos. Hace pocos días tuvimos oportunidad de compartir nuevamente sus hermosas e inolvidables intervenciones, su humildad nos impactó. Grande y reconfortante es su valentía y crudeza para decirles a los poderosos, a los gobernantes, a los políticos a las religiones, grandes verdades que otros por comodidad callan.

        De su primer conversatorio con los habitantes de la población de La Puerta, queremos compartir con los lectores parte de su intervención en este encuentro con la feligresía del Valle del Momboy, organizado por el sacerdote José Gregorio Quintero, con un lleno que muchos políticos envidiarían.

*De todos los seres vivos el único que se equivoca es el hombre, los animales no se equivocan.

*El animal no odia a nadie, el hombre sí.

*El ser humano se equivoca en todo. Basta que estudies más para que te equivoques más.

*Vivimos en un mundo de contradicciones: yo tengo una tía adeca, se casó con un copeyano, y les nació un hijo chavista.

*Seguimos teniendo más médicos, pero hay menos salud. Seguimos teniendo más abogados, pero, tenemos menos justicia. Seguimos teniendo más policías y hoy tenemos más ladrones.

*Basta de mentiras. Venezuela no necesita muertos, necesita gente viva que luche, que transforme lo que haya que transformar. Los únicos que necesitan muertos son los cementerios.

*En este país gobiernan los muertos: “El Che”, “Zamora”. Bolívar. Fidel Castro se está muriendo y también manda en Venezuela. Sólo los vivos son los que hacen acciones buenas.

*Muchos están esperando la gran felicidad cuando se gradúen, cuando se casen, cuando tengan dinero, cuando sean diputados, cuando se vayan del país, están “rapados”, la vida es ya, es ahora. 

*El matrimonio no tiene nada que ver con la felicidad, si la cosa funciona así, todos, todos los casados fueran felices.

*Usted quiere ver gente amargada, vaya un domingo a misa, las personas van al templo a buscar a Dios, a pedirle esto y lo otro, a reclamarle, a la iglesia hay que ir es a darle gracias a Dios.

*No le pidas nada a Dios, dale gracias.

*Se nos va la vida, se nos van los años, buscando la felicidad. El matrimonio se mantiene en la alegría, si se acaba la alegría, se acabó el matrimonio.

*Una persona que no ríe; no ama.

*Cuando dos personas se ríen, se están diciendo; te amo, te quiero, te respeto.

*El amigo de un niño no es el que le da ropa, comida, no es el que le da juguetes, el verdadero amigo de un niño es el que juega con él. Juega con un niño y para siempre te sembrarás en el corazón de ese pequeño, jamás te olvidará.

*Tú, tú, y tú,  no le haces falta en esta vida a nadie, cuando tu mueras el mundo va a continuar igualito, ¿y mi ropa?, tranquilo, esa ropa se la pondrá otro, así que no sufras por tu ropa.

*Eso sí, aprovecha esta vida para hacer el acto más transcendental, más sublime, más digno: Ayudar al prójimo, ayudar a tu hermano en desgracia, darle la mano al amigo.

*El que tiene más ropa, sufre más: ¿Qué me podré hoy?

*Los trapos no valen nada, aquí y en el extranjero, lo que vale es tu obra de servicio a la humanidad.

*Nunca olvides: las personas que siempre andan armadas, son las más cobardes. Un militar sea cual sea su grado, le da miedo, le da terror, salir a la calle sin armas en cima.  

Fuente: DiarioElTiempo/2010/AlfredoMatheus

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